Es preferible suicidarse tarde que nunca, sin arrepentimientos, más que temprano, o nunca suicidarse, mejor. Lo conocí una tarde mordisqueada por la rutina literaria En un taller de poesía que asistíamos los dos. Practicamos fielmente la amistad, compartimos la duda de vivir Él hablaba de una mujer lejana y yo contemplaba las que nos pasaban por el frente. Jugamos a los borrachos junto con Edgar, Luis, Estrella, Acuarela, Andrés Llenamos noches y días de dudas. Crecimos en la resignación En el desmedido desenfado de vivir en una ciudad Abandonamos el juicio en azoteas llenas de botellas de licor junto con Malena, Geison, Vanessa, Steven, Mariana, Karen, Goyo, Paola Ah, nuestra graduación como poetas La noche se tupía a cada instante de bajo autoestima Nos desinteresamos por vivir sin sufrir Caímos en las lágrimas, brotamos de los ocasos sin precipicios Que compartas la mesa de vino con Baudelaire, que te haya servido de algo
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